Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto / Vicepresidente Jorge Burgos: «Para el gobierno de Chile el Holocausto no es sólo una tragedia en la historia del pueblo judío, sino para toda la humanidad»

COMUNIDAD

Debido a un encuentro internacional la Presidenta de la República no nos puede acompañar como hubiera sido su interés y me ha pedido que, en mi condición transitoria de Vicepresidente, acompañar a esta comunidad en este tan importante acto recordatorio.

Antes de iniciar mis palabras, si me permiten, quisiera recordar que hace un poco más de 20 años acompañé a quien era el ministro del Interior de la época, don Enrique Krauss, a una invitación que hiciera el Estado de Israel. Yo era su jefe de gabinete. Entre las cosas que conocimos estaba el memorial del Holocausto. Debe ser de las cosas que, en lo personal, más me ha impresionado como testimonio del dolor, del sufrimiento y como recordación de una dignidad muy profunda.

Tenía el recuerdo que pregunté a quién nos hacía de guía por el nombre y nos contó que estaba basado en un capítulo de Isaías . Entonces con los recuerdos que tenía lo busqué en la mañana y quisiera darle una breve lectura porque es un versículo escrito hace muchos siglos y muy notable. Dice así:

“Yo les daré en mi casa y entre mis muros un memorial y un nombre mejor que ‘hijos e hijas’. Un nombre eterno les daré, que nunca más se borrará”.

Es un honor para mí dirigirme esta tarde a tan distinguida audiencia, en un día que recuerda con emoción y tristeza hechos acaecidos hace más de 70 años.

Antes que todo, deseo agradecer a la Comunidad Judía de Chile y B´nai B´rith, con quienes el Ministerio de RR.EE. trabaja codo a codo hace casi una década, para que esta ceremonia se realice y con ella se mantenga viva la memoria acerca de los lamentables crímenes ocurridos durante el Holocausto (la Shoah).

Para el gobierno de Chile y para el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Holocausto no es sólo una tragedia en la historia del pueblo judío, sino para toda la humanidad. Nos mostró lo que puede ocurrir cuando los principios democráticos sucumben y se pierde el respeto por la vida humana. También es un reflejo de los extremos a los que nos puede llevar la discriminación y los prejuicios, al tiempo que constituye un llamado de atención sobre la importancia de atesorar y proteger la dignidad de cada ser humano. La Shoah concentró gran parte de la crueldad humana. Actos como este, que se realizan hoy en muchas partes del mundo, nos invitan a reflexionar sobre la fragilidad de los cimientos en que se erige el mundo civilizado.

Hoy recordamos los guetos y los campos de concentración, el trabajo forzado y las más de 6 millones de personas a las que les fue arrebatada la vida. Entre ellos hubo cerca de 1 millón de niños, cifra que pudo ser mayor de no ser por personas como Maria Edwards Mac-Clure, única “Justa entre las Naciones” de nacionalidad chilena y cuya bisnieta será homenajeada esta tarde. Bien lo sabemos, hubo héroes y heroínas, gente muchas veces anónima, que estuvo dispuesta a poner en riesgo su propia vida para ayudar a los demás. También hoy los recordamos a ellos, así como la resistencia de tantos otros que salvaron con vida.

En el Chile de hoy tenemos la suerte de vivir en una sociedad tolerante y pluralista; aunque siempre debemos tener presente que la Shoah no se inició con los campos de concentración ni con los abominables crímenes ahí cometidos. Fueron las ideas y los discursos de odio los que contaminaron a personas comunes y corrientes. Prevenir el surgimiento de ideas irracionales es un trabajo constante que debe comenzar por la educación de nuestros niños. Debemos narrarles lo que sucedió, pues su formación ética y moral, sostenida sobre pilares como la democracia, la igualdad y el respeto a los derechos humanos, son el arma más efectiva para luchar contra la posibilidad de un nuevo Holocausto.

Chile, fiel a esos valores, sirvió de asilo para tantos judíos que huyeron de la persecución, formaron familias en nuestro país y fueron acogidos e integrados a la sociedad chilena. En esta ceremonia nos acompañan algunos y Simón Shats en su muestra fotográfica, que hoy se exhibe, retrató a los que todavía están con nosotros.

Como lo anunciara Su Excelencia la Presidenta Michelle Bachelet el año pasado, queremos tener un gesto similar con quienes sufren el desplazamiento forzado de sus hogares hoy en día y es por ello que le tenderemos la mano a un grupo de refugiados para que encuentren en Chile un lugar donde desarrollarse en paz. Que la experiencia de los judíos que se integraron con tanto éxito a la vida nacional, sea una voz de aliento para los que llegarán. Que sepan que Chile los recibirá con los brazos abiertos y como hermanos.

Con esta ceremonia honramos a los sobrevivientes y, junto a ellos, reconocemos la importancia capital de la tolerancia. Porque el recordar no puede ser un ejercicio pasivo sino, más bien, debe convertirse en un esfuerzo activo por aprender de los errores del pasado. Sólo así podremos prevenir como país el prejuicio irracional y defender el derecho fundamental de la vida y a ser tratado como un igual.

Habrá avances y retrocesos en este proceso que nos involucra a todos como sociedad. Tal como imagino que les habrá sucedido a ustedes, los sobrevivientes, por momentos nos invadirá el desaliento. Vuestras dramáticas experiencias de vida se convierten entonces en una lección. Una lección de perseverancia y fortaleza, que nosotros queremos y debemos imitar.

(Discurso del Vicepresidente de la República Jorge Burgos en acto Día Internacional de Recordación Víctimas del Holocausto realizado el 27 de enero de 2016 en el Ministerio de Relaciones Exteriores).

 

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