Bienvenido 2016

COMUNIDAD

León Cohen

Queridos amigos, con la alegría enorme que nos trajo las Maccabiadas aún palpitando, me gustaría saludarlos e invitarlos a direccionar toda esa maravillosa energía en los grandes desafíos que trae este nuevo año para nuestra comunidad.

En la CJCh estamos absolutamente enfocados en afianzar y desarrollar, en todo su potencial, el nuevo proyecto que desde hace ya seis meses hemos venido construyendo sobre los cimientos que levantaron nuestros antecesores.

Como chilenos, muy orgullosos de ser judíos, estamos empeñados en generar una comunidad que se abre a la sociedad nacional teniendo a la vista el gran objetivo de hacer de Chile un país grande, y lo hacemos desde lo que somos, una cultura y un pueblo con más de tres mil años de historia, con una tradición que cruza transversalmente las bases del mundo occidental.

Allí están entonces los puentes con Israel y el enorme potencial que estamos capitalizando a través de iniciativas como la del apoyo en tecnologías relativas a la generación y uso eficiente del agua, que aspiran a aliviar la implacable sequía que sufren extensas zonas de Chile; como las constantes visitas de destacadísimas personalidades judías que se incrementarán el naciente 2016, para desarrollar lazos en materia académica, cultural y tecnológica. El objetivo es uno solo: propagar en forma constante un mensaje de paz y cooperación.

Estamos orgullosos –y así lo están entendiendo cada vez más las autoridades nacionales- que el camino que hemos elegido es el del diálogo y la coexistencia; del respeto irrestricto a la no violencia; del rechazo al terrorismo en todas sus formas así como a la incitación al odio. En este último plano, estamos trabajando para que no les salga gratis a quienes insisten en agredirnos y esperamos que 2016 sea un año decisivo en este tema. De la misma manera, seremos inflexibles en enfrentar con decisión a quienes pretenden demonizar a Israel y de paso estigmatizar a los judíos a través de campañas odiosas, que buscan en un comienzo apartar a Israel de la comunidad de las naciones, y que luego continúan discriminando a los judíos, como fue el caso del cantante Matisyahu.

Este 2015 nos deja la gran satisfacción de haber estrechados lazos de concordia y hermandad con el mundo evangélico, con el que hemos decidido transitar juntos en esta tarea de difundir la paz y el entendimiento, por sobre la desconfianza y el resentimiento.

A veces nuestro trabajo es silencioso y desprovisto de aspavientos y hemos decidido que así sea en pos de nuestro gran objetivo: hacer que nuestra comunidad viva tranquila y plenamente su judaísmo. Si lo hacemos unidos, lograremos visibilizar el tremendo aporte que es nuestra comunidad para Chile y que como judíos seamos progresivamente más valorados.

¿Es posible todo esto? Es factible avanzar decisivamente en estos desafíos? Nosotros pensamos que si, primero por el entusiasmo y compromiso de quienes me acompañan en el liderazgo comunitario, y por la calidad del staff profesional que se ha ido consolidando, y que trabaja duro en la ejecución de cada uno de los proyectos que estamos llevando a cabo. Sin embargo, tan o más importante que lo anterior, es la increíble capacidad de nuestros miembros e instituciones de diseñar y realizar proyectos de bien para nuestra comunidad y para nuestro país. Si bien toda enumeración corre el riesgo de ser injusta con quienes no son nombrados, cómo no destacar al Comité Organizador de los XIII Juegos Panamericanos Maccabi Chile 2015, encabezado por Lázaro Calderón y por Alvaro Rosenblut, un ejemplo de clase mundial de liderazgo, trabajo en equipo, planificación, pasión y excelencia. Cómo no mencionar también la inauguración del nuevo carro y nuevo cuartel de la Bomba Israel y el silencioso y exitoso trabajo de B´nai B´rith en ir construyendo una relación de cooperación con el mundo evangélico. Cómo no estar orgulloso del trabajo de nuestros tres colegios, de la red de colegios República de Israel, apoyada por la WIZO, de la labor del Ariel Job Center y del Museo Interactivo Judío, del aporte a la salud del Centro Médico Israelita y del Consultorio Rosita Benveniste de San Bernardo, de las Tnuot, incansablemente activas en pos de nuestra continuidad y en el cultivo y formación de nuestros futuros liderazgos, de Reshet y de su magnifica obra solidaria, y de todas nuestras instituciones, que día a día contribuyen a hacer más plena y vibrante la vida judía en Chile.

Queridos amigos, este 2016 nos traerá sin duda nuevos desafíos que deberemos enfrentar y superar, algunos de los cuales son de larga data, como por ejemplo la recientemente descubierta forma sesgada en la que se transmite el conflicto del Medio Oriente en la enseñanza media en nuestro país, o todo aquello que nos deparará el conflicto mismo, con una paz que se ve tan lejana y una violencia cuyas consecuencias comúnmente terminan afectando negativamente la vida judía en nuestro país. Sin embargo, estamos optimistas, ya que al igual que lo que vimos en los Juegos Macabeos, sabemos que el éxito no viene del trabajo de unos pocos, por capaces que sean, ni de la evaluación por separado de cada crisis u oportunidad que de tiempo en tiempo se nos aparece en el horizonte. Por el contrario, estamos convencidos que el éxito premia el trabajo en equipo, desarrollado en torno a una estrategia clara, compartida y de largo plazo, y es justamente a esta visión de comunidad a la que los invitamos. Los necesitamos a todos.( Fuente: La Palabra Israelita ).

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