El plan de Hamás: un Estado propio en Gaza (de momento)

Medio Oriente

 Por Jaled Abu Toameh

Mientras la Administración estadounidense y la comunidad internacional siguen presionando para lograr una solución de dos Estados entre Israel y los palestinos, Hamás parece estar tratando de establecer un Estado independiente propio en la Franja de Gaza.

En las últimas semanas han aparecido informaciones en una serie de medios árabes y occidentales según las cuales los dirigentes de Hamás habrían decidido establecer un alto comité para gestionar los asuntos relativos a la Franja.

Pese a que los portavoces de Hamás han negado dichas informaciones, fuentes cercanas al movimiento islamista afirman que ya estarían en marcha las conversaciones con representantes de otros grupos palestinos del enclave para crear ese “alto comité”.

Las fuentes afirman que esa decisión se habría adoptado después de que Hamás renunciara a la idea de lograr la reconciliación nacional con la facción rival de Fatah, dirigida por Mahmud Abás.

Abás y Fatah consideran que las conversaciones sobre un “alto comité” muestran la intención de Hamás de seguir adelante con su plan de establecer un Estado palestino en la Franja de Gaza. Consideran que dicho plan supone un “duro golpe” a la solución de dos Estados y a la unidad entre los palestinos.

Mahmud Zahar, alto cargo de Hamás, confirmó la semana pasada que su movimiento pretendía convertir la Franja en Estado independiente:

No hay nada malo ni vergonzoso en denominar a la vigente situación en la Franja de Gaza ‘autoridad’ o ‘Administración’. Si estableciéramos un emirato o un Estado en la Franja o en cualquier parte de Palestina, eso no significaría que estemos dispuestos a renunciar ni a un centímetro de Palestina.

Prosiguió explicando que la facción de Fatah de Abás, que controla la Margen Occidental, quedaría excluida de la Administración propuesta para Gaza, debido a su “colusión con la ocupación israelí”.

Las declaraciones de Zahar concidieron con una escalada en las tensiones entre Hamás y la Autoridad Palestina, dominada por Fatah.

En las últimas semanas los dirigentes de Hamás han incrementado sus críticas a Abás, que celebró hace poco su 80º cumpleaños, y pidieron su retirada de la escena política. Los líderes del movimiento tampoco pierden ocasión de recordarle a todo el mundo que el rais ya no es un presidente legítimo, porque su mandato expiró en enero de 2009.

Salah Bardwil, otro alto cargo de Hamás, dijo que Abás actuaba como un dictador “que vive en un estado de intransigencia personal y de rechazo total a compartir sus poderes”.

Los ataques de Hamás a Abás son considerados por algunos palestinos como parte de sus intentos de preparar la creación de una entidad o Estado separado en la Franja de Gaza. Hoy por hoy es evidente que todo lo que se habla de “reconciliación nacional” y de “unidad” entre Hamás y Fatah no va en serio.

Los dirigentes de ambos movimientos coinciden en que probablemente la división entre la Margen Occidental y la Franja de Gaza persista durante muchos años.

Las reiteradas afirmaciones de Abás de que no habría Estado palestino sin Gaza no son más que ilusiones por su parte. En el fondo, el rais sabe que Hamás no le va a permitir poner un pie en la Franja ni establecer allí ninguna institución de gobierno.

Abás y la AP siguen buscando la ayuda y el apoyo de todo el mundo para establecer un Estado palestino independiente en la Margen Occidental, la Franja de Gaza y Jerusalén Este. Pero no le dicen al mundo cómo, exactamente, pretenden alcanzar ese objetivo en un momento en el que Hamás está consolidando su control de la Franja y hace planes para convertirla en un Estado independiente.

Los analistas políticos palestinos consideran que sólo es cuestión de tiempo que Hamás logre completar sus planes al respecto.

“Lo que se discute ya no es si hay un plan separatista para la Franja de Gaza, sino cuándo y cómo se pondrá en práctica”, afirmaba Hasán Asfur, exministro de la AP afiliado a Fatah. “Es deber de los dirigentes de la Autoridad Palestina decir qué pretenden hacer para frustrar esos planes”.

Asfur añadió, dirigiéndose al presidente de la AP:

Señor Mahmud Abás, no basta con hablar por televisión acerca del plan separatista [de Hamás]. Piense en formas de impedirlo. Si no, nadie dirá que Hamás ‘secuestró’ la Franja de Gaza, sino que todo el mundo hablará de cómo la abandonaron los dirigentes de la Autoridad Palestina.

Cuando Hamás ejecute su plan, si llega a hacerlo, y establezca su propio Estado soberano en la Franja de Gaza, la comunidad internacional, sobre todo Estados Unidos y la Unión Europea, tendrán que hacerse a la idea de que la solución de dos Estados finalmente se ha alcanzado; los palestinos habrán acabado con dos Estados propios: un emirato islamista en la Franja de Gaza y un Estado controlado por la OLP en la Margen Occidental.

Norteamericanos y europeos también tendrán que escuchar atentamente lo que dice Hamás: concretamente, que un Estado palestino en la Margen o en la Franja, o en cualquier parte de los territorios palestinos no acabará con su lucha por destruir Israel y sustituirlo por el Estado de la Gran Palestina.

© Versión original (inglés): Gatestone Institute

© Versión en español: elmed.io

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