Rabino Waingortín evocó el texto bíblico de Jacob y Esaú en acto conmemorativo del 11 de Septiembre en La Moneda

COMUNIDAD

El Rabino Eduardo Waingortín, capellán judío de La Moneda, fue uno de los oradores del acto conmemorativo del 11 de Septiembre realizado en el Palacio de Gobierno, el que fue encabezado por la Presidenta de la República, Michelle Bachelet. Waingortín, en la ocasión,  evocó el texto bíblico de Jacob y Esaú, que lograron reconciliarse. Dijo Waingortín: El texto bíblico – Génesis 33  –  es la culminación de una larga historia que comienza con dos hermanos – Jacob y Esaú . nacidos de un mismo vientre pero que tienen distintas maneras de ver el mundo. El objetivo final que ambos persiguen es el mismo, pero las formas son diferentes. Eso los distancia, los enemista, y genera  separación , exilio y mucho, mucho dolor”.

“ El texto nos habla de esta división pero a la vez nos llena de esperanza porque,  increíblemente, habiendo tantos caminos para transitar, ambos se encuentran en el único camino que D´s coloca frente a ellos, que es el dela reconciliación”.

“ El texto es muy antiguo, pero sus personajes son seres humanos y eso les da actualidad, ya que como seres humanos seguimos  teniendo disidencias, formas distintas de ver el mundo, y aunque compartimos el mismo ideal, esas formas nos distancian”.

“En democracia las ideas diferentes se discuten y  cuando el camino se ve violentado, surge dolor , frustración,  injusticia y resentimiento. Es lo que pasó en Chile. ¿Cómo hacen estos dos hermanos para reconciliarse?.

En Pirké Avot, una parte del Talmud, Rabán Shimón Ben Gamliel, dice: “ El mundo se basa sobre tres pilares, la verdad, la justicia y la paz”.

“Jacob y Esaú pudieron reencontrarse al entender que la verdad es esencial, y debe buscarse  hasta agotar todas las capacidades humanas y que hay un deber moral en decir la verdad, pero que la verdad absoluta está en manos de D’s”.

“ Pudieron reencontrarse porque entendieron que la justicia debe actuar hasta agotar todas las capacidades humanas, teniendo en cuenta que el respeto por los derechos humanos deben ser la base de todo entendimiento perdurable. Pero que la justicia absoluta está en manos de D´s”.

“Pero pudieron reencontrarse porque entendieron que si bien la verdad y la justicia, en última instancia está en manos de D´s, la paz si estaba en sus manos. Entendieron que la paz si estaba en sus manos, y tomaron la decisión de emprender el único camino posible, que es el camino de la paz”.

“En hebreo, paz se dice Shalom, y Shalom también significa estar entero, estar completo. La paz nos da plenitud, y sólo estando completos, podemos estar en paz”.

“Cuando Jacob y Esaú se reencontraron, el texto nos dice que ambos se abrazaron, se besaron y lloraron”.

“Se abrazaron porque reconocieron esa hermandad que los unía”.

“ Se besaron porque volvieron a soñar con ese proyecto grande que trascendía sus propias vidas”.

“ Y lloraron por el tiempo perdido, por el dolor sufrido y por no haber hecho antes gestos de acercamiento y de perdón”.

“ En este mes de la chilenidad, donde recordamos con dolor la ruptura del orden democrático y también con dolor el atentado de estos últimos días, donde recordamos a los Padres de la Patria que soñaron con un Chile grande, fraterno e inclusivo, pedimos a D´s que todos los chilenos y chilenas podamos reencontrarnos en un abrazo de hermanos, que podamos volver a besar el sueño de ese Chile justo, solidario y pacífico que todos queremos, donde podamos ver en el otro el rostro de nuestro prójimo, a quien debemos amar como a uno mismo .  Y que las lágrimas por todos los caídos, por los torturados, exiliados y asesinados, las lágrimas por los desaparecidos, las lágrimas de las familias que aún no pudieron cerrar su duelo, puedan transformarse, todas ellas, en lágrimas de alegría por un país finalmente reconciliado y unido en paz, que sin olvidar el pasado ni dejar de buscar la verdad y la justicia, sea capaz de perdonar, de mirar hacia adelante y de trabajar siempre por la paz”.

El pueblo Israel vagó 40 años en el desierto hasta poder llegar a la Tierra Prometida y recién ahí tardaron en asentarse en paz”.

Al cumplirse estos 41 años desde el trágico 11 de septiembre  de 1973, pueda Chile llegar a su propia Tierra Prometida de hermandad, unidad y paz. Amen”.

Suscríbete a nuestroNEWSLETTER

Ingresando tus datos aquí, y recibirás noticias y novedades de CJCH en tu mail.